EMPAQUES Y EMBALAJES
Se denominan empaques, envases y embalajes a los contenedores de un producto durante el proceso que va desde su recolección (primario) hasta que llega al consumidor final, pasando por su almacenamiento (secundario), transporte y distribución (terciario); esto con el objetivo de identificar su contenido, protegerlo de cualquier tipo de contaminación y conservar sus características.
Las particularidades primaria, secundaria o terciaria se obtienen según su paso por la cadena de comercialización. La diferencia entre estos tipos de objetos manufacturados radica en la función directa que cumplen con el producto y su contenido, ya que el envase resulta ser el primer contacto de conservación que tienen los líquidos o gases; el empaque, el conjunto de materiales con que se envuelve o arman los paquetes sólidos y el embalaje, la técnica de transporte así como la distribución de la mercancía.
El término embalaje corresponde al sistema por medio del cual se dispone e identifica el producto empacado. Está compuesto por materiales y estructuras que protegen los productos, envasados o no, para facilitar su manejo, carga, almacenamiento, transporte, descarga y posible exhibición.
Entre los riesgos que puede sufrir el embalaje durante el ciclo de distribución están las caídas, golpes, contaminación, contacto con roedores, obtención de plagas, robos parciales y completos o daños por polvo, vibración, compresión, choque lateral, temperaturas extremas
y humedad. Por esto, sus condiciones y las de los envases y empaques deben tenerse en cuenta con respecto al producto, por cinco áreas:
El físico o material: debe proteger la integridad del contenido; conservar el producto en el tiempo; defenderlo del mundo exterior y viceversa y proveer aislamiento técnico y biológico.
El económico: en éste se consideran costo de los materiales, transporte y manipulación; almacenaje, volumen y peso, retornabilidad y restauración.
El mercadológico: aquí se determinan aspectos como diferenciación, adecuación al mercado, extensión de la marca, valor agregado, relanzamiento, rentabilidad, formatos y tamaños.
El ergonómico: deben ser manipulables con un peso mínimo, fáciles de usar, seguros en su manejo; ocupar un espacio mínimo y ofrecer facilidad de acceso y comodidad para el usuario.
El comunicacional: en este caso se debe ofrecer impacto visual, visibilidad frontal y oblicua, adecuación de imagen y atributos del producto, valor informativo y de identidad corporativa.
Las particularidades primaria, secundaria o terciaria se obtienen según su paso por la cadena de comercialización. La diferencia entre estos tipos de objetos manufacturados radica en la función directa que cumplen con el producto y su contenido, ya que el envase resulta ser el primer contacto de conservación que tienen los líquidos o gases; el empaque, el conjunto de materiales con que se envuelve o arman los paquetes sólidos y el embalaje, la técnica de transporte así como la distribución de la mercancía.

Entre los riesgos que puede sufrir el embalaje durante el ciclo de distribución están las caídas, golpes, contaminación, contacto con roedores, obtención de plagas, robos parciales y completos o daños por polvo, vibración, compresión, choque lateral, temperaturas extremas
y humedad. Por esto, sus condiciones y las de los envases y empaques deben tenerse en cuenta con respecto al producto, por cinco áreas:
El físico o material: debe proteger la integridad del contenido; conservar el producto en el tiempo; defenderlo del mundo exterior y viceversa y proveer aislamiento técnico y biológico.
El económico: en éste se consideran costo de los materiales, transporte y manipulación; almacenaje, volumen y peso, retornabilidad y restauración.
El mercadológico: aquí se determinan aspectos como diferenciación, adecuación al mercado, extensión de la marca, valor agregado, relanzamiento, rentabilidad, formatos y tamaños.
El ergonómico: deben ser manipulables con un peso mínimo, fáciles de usar, seguros en su manejo; ocupar un espacio mínimo y ofrecer facilidad de acceso y comodidad para el usuario.
El comunicacional: en este caso se debe ofrecer impacto visual, visibilidad frontal y oblicua, adecuación de imagen y atributos del producto, valor informativo y de identidad corporativa.